sábado, 21 de junio de 2008

Feminismos y feministas

De una semana agotadora sólo puede quedar un final de semana en el que el cuerpo, llegado ya el jueves noche, no sabes si es tuyo y lo llevas puesto sin más. No teniendo ganas de absolutamente nada, y habida cuenta de que una serie con Javier Cámara y Santi Millán juntos, pero no revueltos, podía prometer me dispuse a ver Lex, y casi lo conseguí si no hubiera sido por esos últimos minutos en los que los ojos se van cerrando fruto del cansancio, y te acabas perdiendo el final para abrirlos de nuevo con otro programa ya empezado, que resultó ser de debate, y en el que el presentador ya había presentado a casi todos los contertulios. Intentas desperezarte y abrir los ojos para no darte contra algún sitio de camino a la cama y escuchas cómo el presentador introduce a Antxon Urrosolo, uno de los mejores periodistas que han pasado por la ETB, al canal autonómico vasco, hasta que las grandes cadenas nacionales se lo llevaron a Madrid. Recuerdo sus programas de debate, no dejaban indiferente a nadie, el tío es incendiario pero conciliador, sabe sacar lo mejor aún creando la mayor de las polémicas. Después el presentador introduce a Lidia Falcón. Me quedé sorprendida, pensaba que esta señora ya no estaba en este mundo. Supongo que la gran mayoría de los/las que estéis leyendo esto no tenéis ni idea de quien es Lidia Falcón. Es una de las abogadas y periodistas feministas que más han trabajado y conseguido sobre los derechos de la mujer desde los años 60. Su labor como abogada llevando casos casi imposibles de defender y sus artículos incendiarios y sumamente reivindicativos, cargando contra los hombres. Tampoco yo conocía a esta señora hasta que una alumna, hace un par de años me regaló un libro de su biblioteca que creía me podía poner un poco al día en cierto tema de mi investigación para mi tesis. Esta alumna está ya jubilada y fruto de ese regalo iniciamos una conversación muy interesante sobre el feminismo y la lucha feminista. Nos separan casi cuarenta años así que era casi imposible que nos pusiésemos de acuerdo en cuanto a muchos temas. Ella fue una de esas primeras feministas que, según me contó, esperaban impacientes la publicación de los artículos de Lidia Falcón, una de esas que salieron en las primeras manifestaciones, firmaron manifiestos y, en definitiva, hicieron que hoy tengamos nosotras, las generaciones más jóvenes, muchos derechos que ellas nunca tuvieron. Desde mi posición hoy, más de treinta años después de que el movimiento feminista cobrara fuerza en España, es, entendiblemente, la de pensar que en su momento fueron demasiado radicales y que hubo algunas reivindicaciones y actos con los cuales hicieron más daño que favor a la causa feminista pero, entendiblemente también, ningún movimiento reivindicativo nacido del hastío y de la necesidad de cambio, está exento de cierto planteamiento agresivo, las buenas formas no han servido en este mundo para cambiar nada. Volviendo al programa de televisión os diré que versaba sobre si los hombres están discriminados en los procesos de divorcio a la hora de conseguir la tutela de sus hijos. Inmediatamente después de que el moderador la presentase, y siendo la última, empezó a hablar, sacó datos y lanzó sus comentarios más afilados poniendo el debate al rojo vivo en tan sólo 2 minutos. No me quedé a verlo, estaba muy cansada, pero de lo poco que escuché sí que pensé que, hace cuarenta años sus reivindicaciones eran lógicas, hoy en día están muchas de ellas un tanto desfasadas. De la conversación con la alumna que me regaló el libro una única opinión en la que estuvimos ambas de acuerdo: nunca Virginia Wolf pretendió sed adalid de ninguna causa feminista. Ella vivió una situación afortunada que el común de las mujeres de su tiempo no vivieron. Nada hay en sus textos que pruebe querer reivindicar una mejora de la situación de la mujer - el tan famoso "Una habitación propia", no es sino una reivindicación personal - , y en su vida personal - la autora sufría de bipolaridad- bastante tenía con poder disfrutar las épocas buenas entre esos descensos al infierno que la llevaban a menudo a estar recluida en su casa o en un psiquiátrico largas temporadas.

5 comentarios:

Cristian M. Piazza dijo...

Hola Ane,

Pasé a saludarte.

Anónimo dijo...

de acuerdo con tu punto de vista sobre la obra de Virginia Wolf.

sonbre la serie Lex, la vi y me gustó, además de ser un admirador de Javier Cámara.

sobre los feminismos o lo feminista, tengo una amiga vasca que recita poemas a poetas conocidos y que de esto sabe un rato. En todo caso es el machismo que aún sangra en muchas partes del mundo.

ah y para terminar, perder la razón con el fútbol no es mi estilo, pues soy muy deportista y veo el deporte como una competición honesta.

rubén dijo...

Estoy de acuerdo. Vi el arranque del coloquio y tuve la misma impresión. No sé si estará en este mundo, pero desde luego no estaba en el tema del debate.

Annette dijo...

CRISTIAN: hola guapo, gracias por la visita, pasarè por tu casa más a menudo
ANGELUS: Virginia Wolf es una escritora muy interesante. La serie está bien, espero que dure. Sobre lo de esa amiga, ya me gustaría saber dónde suele recitar y poder ir a escucharla.La mayor parte de los fanáticos del fútbol son deportistas de sofá. ¿qué deportes practicas? un beso.
RUBEN: yo me marché a la cama al poco de empezar, me dió la sensación de que los ánimos iban a estar muy alterados y que poco iba a sacar de ese coloquio. te sigo con tus maravillosas fotos. un saludo

Anónimo dijo...

el deporte del sofà?, ja, la duda ofende mi aprendiz amiga, aunque soy un infaltable a la hora de la siesta.

Practico muchos deportes durante la semana: Siempre el fùtbol y tenis, y ahora nataciòn y bici de montaña.

besos deportivos preciosa y gracias por tu comentario.